sábado, 23 de junio de 2012

bla bla bla


Qué saben las maneras del comportamiento?, la profundidad de la humanidad?, qué dicen las mentiras de la confianza? y el vacío de la eternidad?


Nunca terminamos de aprender, nunca dejamos de crecer, ni acabamos de darnos cuenta del cómo de las cosas en su situación y forma. Lo más importante que tenemos, el mejor de los escalones de este espiral, es sonreír. Sonreir? Si te lo permiten, claro. Como siempre digo , nunca se termina de aprender ni reconocer los pasos borrachos de los días y sus habitantes, sus consecuencias y sus luces.


Nunca creí en la suerte, ni tampoco en el cielo de las miradas. Creo más en las noches sin dormir por los sueños de letras, los recuerdos, las lejanías sin distancias, las flores que no están secas, los labios cristalinos, las caritas de tonta o los castillos de arena.


Hablar, nunca lo vi como un fracaso, solo si es demasia, entonces es una completa decepción. Hay gente que no sabe que decir, que vomitan por la boca monstruos, que violan la palabra , al no saber usarla y la utilizan en contranatura de su sino. Se reciclan a base del resplandor de otra gente,no encuentran cariño en la piel de un hogar, ya que nunca fueron ni serán. Corren descalzos a vasos llenos de alcohol, esperando encontrar su corazón en el fondo, porque sus latidos, no saben que decir. Por eso, hablan demasiado.


Oxidan sus sueños en su continua inmadurez , que suena en stereo desde sus almas. Creen ver en las canciones, sus vidas, cuando no tienen ni compás ni ritmo. Buscan todo lo que les falta por dentro, en el juego de falsear y mofarse de las emociones y sentimientos de terceros. Y no valoran, que lo que hacemos es todo “por un verte sonreír”. Bueno, si lo saben, claro que sí, pero prefieren el antónimo social o lo opuesto del cariño y su palabra. Ya lo decía con anterioridad, qué quieren.


“No dije para siempre, pero ¿quién dijo hasta nunca?”


Te (se) inventan una historia llena de apego, amor, un “te tengo en la cabeza y te prefiero en mi almohada”, korazonadas con K, unas excusas con cortes, un conformarse con tú todo entero, ausentes de cariño, con demasiados ceros a la izquierda, matando sin devolver lo que le pertenece a la otra persona.


No esperan decepciones, muerden, muerden y muerden de cada puerta, se repiten en su retahílas, van de tristes pero no saben de soledad cuando, su luz ,está en números rojos. Muchos besos y labios, piel y cuerpo, y ¿Cómo mierda llevan tantos años en lo mismo?


Siempre volviendo a las andadas. Escriben para disimular, relatan lo que sueñan y desean, pero, no creen. Una completa decepción. Es su “es lo que hay”, una bipolaridad social del ánimo, la basura emocional del saltar y comer al que aparezca en el momento. Da igual unos u otros.


Será la inmadurez o el continuo calentamiento de sus entrepiernas. Así que nada de lástima, persona nueva y pasar de página, será su confidente o saco de lágrimas. Esta es la clase de práctica que practican las personas que no valen,“inútiles como máquinas de abdominales”.




Al final, cada uno en su lugar .

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