Escribirás paso a paso los acordes de tu vida, en ese pentagrama en blanco que llaman destino.
Harás que sean inolvidables tus hazañas...
Y la música de tus susurros suenen como una orquesta, en las mentes de quienes entonen las notas de tus palabras.
Tocarás con precisión la dulce melodía del placer y el dolor, y hallarás los sonidos exactos del tormento y la calma.
Serán tus manos las únicas capaz de dirigir la sinfonía de tu bienestar...
Lograrás enlazar todas tus acciones, con la sutil ligadura de una sonrisa...
Y tendrás una actuación perfecta en el duro pero reconfortante escenario de la vida.