martes, 19 de mayo de 2015

1964 - JORGE LUIS BORGES



Ya no es mágico el mundo. Te han dejado. 
Ya no compartirás la clara luna 
ni los lentos jardines. Ya no hay una 
luna que no sea espejo del pasado, 

cristal de soledad, sol de agonías. 
Adiós las mutuas manos y las sienes 
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes 
la fiel memoria y los desiertos días. 

Nadie pierde (repites vanamente) 
sino lo que no tiene y no ha tenido 
nunca, pero no basta ser valiente 

para aprender el arte del olvido. 
Un símbolo, una rosa, te desgarra 
y te puede matar una guitarra. 

II 

Ya no seré feliz. Tal vez no importa. 
Hay tantas otras cosas en el mundo; 
un instante cualquiera es más profundo 
y diverso que el mar. La vida es corta 

y aunque las horas son tan largas, una 
oscura maravilla nos acecha, 
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha 
que nos libra del sol y de la luna 

y del amor. La dicha que me diste 
y me quitaste debe ser borrada; 
lo que era todo tiene que ser nada. 

Sólo que me queda el goce de estar triste, 
esa vana costumbre que me inclina 
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

domingo, 10 de mayo de 2015

Cerezos en flor.

Durante unos días me había olvidado cuánto te extrañaba... a veces la distancia se vuelve insoportable, mis pensamientos van saltando de un lado a otro, sin ver principio, ni salida. Nadie dijo que esto iba a ser fácil, nos gusta apostar lo que tenemos, aún sabiendo que tal vez tropecemos con las mismas piedras que un día nos hicieron caer.
Después todo, de esta tormenta interminable, me quedo con las tardes de sol, con la guitarra debajo del brazo rasgueando deseos y sentimientos, mirándote como siempre, o como nunca, con los problemas huyendo a cualquier otra parte.
Perdón si esto no suena como quisieras, pero tenerte de nuevo enredándote entre mis latidos, hizo que vuelva a florecer la primavera en mi piel y el verano en mis sonrisas.

jueves, 7 de mayo de 2015

The alchemist.

"Aunque proteste un poco es por que soy un corazón de hombre, y los corazones de hombre son así. Tienen miedo de realizar sus mayores miedos porque consideran que no los merecen, o no van a conseguirlos. Nosotros, los corazones, nos morimos de miedo solo de pensar en los amores que partieron para siempre, en los momentos que podrían haber sido buenos y que no lo fueron, en los tesoros que podrían haber sido descubiertos y se quedaron para siempre escondidos en la arena. Por que cuando esto sucede, terminamos sufriendo mucho."