El pulso cambia al compás,
y el principio se va quedando sin voz,
el sol depone sin color al mar,
tildando las esperanzas del amor,
cavilando en la escasez de los seres,
pero rodeada en gritos de recuerdos,
el cero de polvos y rastros en los laureles,
papeles con tu nombre y el caos del deseo,
una energía que me recorre,
una voz que alumbra mis metas,
que me da alas hasta tu torre,
pero me rompe y me aprieta,
poetiza de palabras cuando hablas,
del ahogo de tus labios,
del adiós de este silencio sin alas,
la bala de esta emoción,
la acción del verbo y tu todo,
tu rostro, mirarse
y perder el contexto del modo .
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