lunes, 26 de marzo de 2012

Necesidad de... ¿ qué ?

Creo que la culpa es mayormente, y sobre todo fácil de señalar, al frío. Este jodido frío que se aproxima, cuando en este mismo momento, en otros lugares, en un añorado y lejano país la primavera ya despuntaba los primeros latidos.

Los individuos más críticos dice 'es otoño, ¿qué esperabas? esperaba que es mío todo y es bien libre, el sol calentara, el viento se calmara, la vida sonriera y me pusiera una alfombra roja ante los caminos y las puertas se abrieran todas para mí.

Eso esperaba.. no estas temperaturas, la alianza del viento con la vil humedad de esta zona, el cuerpo encogido en bata y pijama que mira hacia afuera con el ceño fruncido, cuyas intenciones se diluyen, cuyo rumbo se desorienta.

No sé esta necesidad de quejarme ahora a qué viene.Pero una vez que he despejado este misterio de la lamentación, brota otra pregunta. Toda esta imperiosa necesidad repentina de vivir como si no hubiera un mañana, ¿por qué? Como si la seria tarea de perder el tiempo intencionadamente no fuera igualmente fundamental. Pues lo digo y no me lo termino de creer, oye, no me quedo tranquila.


Voy a parar ya porque no sé ni lo que digo. No sé que despropósito tiene este texto, a parte de ese factor de despeje y alivio que ejerce la escritura cuando se tiene un nudo por dentro. Igualmente no me queda claro de dónde viene o cuál es su intención. Pero en fin, ante este soliloquio de dirección voluble sólo me queda añadir. Voluntad, voluntad práctica y activa, ven a mí. Soy tuya.


- Necesidad de gritar al cuadro de texto a las 21:12 y con cantos gregorianos

No hay comentarios:

Publicar un comentario