domingo, 18 de marzo de 2012

Nostalgias de abrigo .

Que te levantes con el sabor de un sueño entre los labios, su olor y flores en el cosquilleo del estómago . Ves cada día la hermosura de la calle, de su gente, de su arte y de la amargura de los credos. Paso a paso acompasados por el sonido de los rosales, te detiene el recuerdo de la divina belleza, esa persona que en cada minuto lograba pincharte el corazón, que habría sus manos y sangraban tus sonrisas. Que dificil hablar del color de su pelo, decir que sus manos se injertaban en el rosario de tus latidos, la percusión de sus pasos, el giro de su cuello, su espalda desnuda, la linealidad de unas comisuras. Que complicados son esos vacíos de cajón, esos silencios de fotografías, las canciones que sangran inviernos. 
Pero, ¿es real toda esta belleza? y ¿cuándo se acaba?
En los arcoiris verdes, en donde veias un reflejo, solo quedan unos momentos que nadie puede explicar, las lágrimas, de quien más te pueda amar, convencerse de que algún día todo irá bien.
Te crees los sonetos, las canciones del morir de una vida, el dolor de una despedida.. no hay idioma para decir adiós, ni educación en esquivar miradas. No hay respeto propio en querer quien no quiere, ni aromas en las falacias sobre, la intimidad de quien amaste.
Si no hay amor, entonces ¿qué hay ?

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