martes, 8 de mayo de 2012

¿ Notas como se cuelan los chorros de vida por las rendijas de tu persiana ?


Quiero arriesgarme. Se esfumó el miedo.
Apuesto todo a tus dulces tambaleos.

Tú sonríes, sin querer despertar del todo.
Y yo pienso en lo guapo que estás
haciéndote el dormido.

Tus brazos me rodean con la fuerza justa.
Se amoldan a mi espalda y me aprietan,
como queriendo decir "no te vayas nunca;
y si te vas, quiero ir contigo".

Creo que nunca te lo dije,
pero adoro el lenguaje de tus manos y mi piel.

Por mí, en este preciso instante,
puede detenerse el mundo.
Ya no necesito tiempo.
No quiero calendarios.
Ni en las paredes. Ni en mi cartera.
No quiero relojes. Ni sol. Ni arena.
Me basta tu pecho para medirnos en latidos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario