Todo lo que vamos sufriendo, todo el daño que nos hacen o hacemos, queriendo o sin querer, nuestro cuerpo, nuestra mente, lo va guardando, interiorizando, asumiendo, hasta transformarnos en una persona irreconocible a nuestros propios ojos, por ese miedo arraigado a la piel de nuestro presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario