lunes, 20 de abril de 2015

No hay treguas a la esperanza, y la nuestra no conoce la paz. Más bien la mía... me siguen engañando las circunstancias de mis pensamientos, pero la memoria... la memoria va por otro camino, que no entiende de las cicatrices ni los errores. No reflejo como algo bueno ni beneficioso, sino como un error de mi a mi.
Es un conflicto armado cuyo campo de batalla está en mi mente. Comienza desde el segundo en que la realidad se cuela por mis ojos y empieza a medir cada centímetro de tiempo que corre por la materia que me rodea, ¿mi alma?. Como de costumbre, se quiebra la huella por una imagen, se conoce su presencia, no es desconocida. Reinventa mi entorno como una estrella, dejando atrás el norte.
La respuesta es clara, no necesita de otra boca. Mi reflejo me señala 'la culpa es tuya'.

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